El pasado 4 de mayo, se celebró la Misa Onomástica de María Santísima de la Victoria.
La misa contó con una asistencia numerosa y muchos niños que posteriormente serían pasados por el manto de Nuestra Santísima Madre, nota diferenciadora de esta celebración y que es parte de nuestra personalidad como colectivo, la máxima participación familiar.
Para esta ocasión, la Virgen fue colocada en un nuevo lugar, a la derecha del altar, justo delante de la puerta que existe en ese punto, y casi a ras del suelo para mayor cercanía, aunque para mi gusto (opinión personal, claro) con total falta de luz. Iba nuestra titular vestida ya de blanco, como es propio para los tiempos veraniegos, ya que al terminar la misa tenía que ser nuevamente colocada en su hornacina, sin tiempo material para cambiarla de terno.
Despúes de la misa y de la numerosa ceremonia de ofrecimiento de niños a la Virgen (cada vez somos mas...), se celebró un piscolabis de celebración en la Casa de Hermandad. La asistencia a este acto no fue demasiado numerosa, pero es el primer año, y las cosas nuevas cuestan de arrancar. Eso sí, lo pasamos genial. Comimos mucho, bebimos lo suficiente, y degustamos los maravillosos postres que se aportaron por parte de muchas compañeras.
Para el año que viene esperamos contar con muchas mas de vosotras y vuestras familias.
¡¡Feliz Verano chicas.!!
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| Los restos del evento, aún no había salido el fantástico Pan de Calatrava del abuelo de Ángela. |
