Desde el primer pensamiento de conmemorar el 25 Aniversario de María Santísima de la Victoria era la idea de las costaleras el realizar una salida extraordinaria de la imagen.
Cuando ya en septiembre de 2013 comenzaron las reuniones de las primeras integrantes del comité organizador de los actos y aun siendo provisional este mismo comité y los actos, se pensó que el eje central de las conmemoraciones se tendrían que centrar en básicamente tres: una exposición, un concierto y una salida extraordinaria. Estos actos se elevaron a la aprobación de la totalidad de las costaleras unos días más tarde, siendo aprobados y por tanto poniendo las bases para comenzar a trabajar en ese sentido, el grupo inicial, muy reducido, fue incrementándose en el tiempo hasta las celebraciones, ya que la pertenencia al mismo era totalmente voluntario y la costalera que quiso pertenecer a él, allí estaba. Lo que si se pedía era compromiso, ya que para realizar todos los actos, había que organizar eventos para conseguir la suficiente financiación sin que hubiera que pedir dinero a ninguna costalera, reuniones constantes y contínuas se celebraban viernes alternos hasta altas horas de la madrugada. Se hizo el trabajo y así resultó.
La primera reunión posterior, se realizó con el Coordinador de Cultura Pablo Ruz, que nos aconsejó tanto fechas como espacios y recorridos. Con su asesoramiento y ya con una línea a seguir se comienza a trabajar. Lo primero conseguir una fecha adecuada para los actos. Don Vicente Martínez nos facilitó mucho la labor prestándonos colaboración plena en este sentido, y guiándonos por todos los actos religiosos y benéficos que queríamos hacer.
La fecha de la procesión, ya que en esto nos centramos en este escrito, estábamos de acuerdo que tendría que ser fuera de la Cuaresma, por dos razones principales, el 25 Aniversario de María Santísima de la Victoria era el día 7 de Abril de 2015, y la Semana Santa caía del 29 de marzo al 5 de abril; la segunda, queríamos una procesión de gloria, no queríamos otro Lunes Santo, sino algo totalmente diferente. Don Vicente nos dio la fecha, 18 de Abril y nosotras la hora, queríamos sol, mucho sol, así que temprano, a las 17 horas. La razón era obvia, la Victoria tendría que procesionar tal y como la concibió su escultor Don José Hernández Navarro, es una imagen para procesionar de día y sin palio. Mucha gente alzó los brazos al cielo “pero que hacen…” “eso no puede ser…” “una dolorosa sin palio…” “es una locura”, oímos de todo, pero así tenía que ser, una procesión que quedara en la memoria, que quien no la viera, lamentara no haberla visto y quien la viera se le quedara marcada durante mucho tiempo.
Tampoco sería una procesión sin más, todo tenía que tener un sentido, una “coreografía”, un guión, un ritmo… en definitiva, una razón de ser.
También se tuvo muy claro, que las dos capataces anteriores del trono, tendrían su momento de volver a “la campana” pero sin que ellas lo supieran.
Y algo que queríamos y deseábamos, volver a Santa María, aunque fuese en su puerta, poder agradecer a Nuestra Patrona de alguna forma, el que nos hubiera guiado y llevado de la mano estos 25 años.
Otra premisa importante de todos los actos fue el contactar con las antiguas costaleras para que tuvieran su propia participación en los mismos, la forma de participar de ellas fue variada e intensa, y no tenemos mas que palabras de agradecimiento por su respuesta ya que sin ellas María Santísima de la Victoria no sería lo que es, son nuestra base, como las más jóvenes son nuestro futuro, ya que nadie vive eternamente y como toda historia, hay que respetar y recordar el pasado para evitar los errores del futuro, fomentando la integración, el compañerismo y la colaboración, que son los valores mas importantes de nuestro colectivo.
Las costaleras veteranas, en la procesión concretamente tuvieron el papel que cada una de ellas quiso tener, se les ofreció el acompañamiento con vela, vestidas con traje oscuro o bien, el volver a cargar por unos minutos el trono de la Virgen, vestidas con el traje de costalera. Ellas optaron por lo que quisieron individualmente sin ningún problema y ninguna cortapisa o condición.
Los preparativos de la procesión se intensificaron ya a finales de 2014, hablando con las personas interesadas, Mari nuestra florista para que el arreglo floral fuera distinto, la Sociedad Unión Musical de Crevillent, para ampliar el repertorio de marchas, con nuestra banda de tambores que abriría el cortejo, con los alets de la Hermandad de la Flagelación y Gloria, nuestra Hermandad, para coordinar el cortejo y procesión….
En cuando pasó Semana Santa ya los nervios estaban a flor de piel, problemas y zancadillas aparecían por doquier y la salida estuvo en peligro hasta el último momento, incluso el día anterior se tuvo que hacer un cambio en el recorrido por causas ajenas y aconsejadas por las fuerzas del orden.
Ensayamos una sola vez con las veteranas, ya que la segunda prevista nos llovió intensamente. El problema mas difícil de solucionar por parte de la capataz y su segunda fue precisamente este, no había una plantilla completa de veteranas para hacer un relevo total, sabían que era difícil de resolver y que en cualquier caso habrían quejas y reclamaciones, se hizo lo mejor que se pudo, simplemente por medidas, la veterana medía esto, la costalera que se sale mide lo mismo. Pero como siempre, no todas quedamos conformes. Las personas somos así y, sin pecar de machista, que no lo soy, las mujeres aún mas.
El cartel, en un solo tono sobre blanco, era un pequeño homenaje a la Parroquia de El Salvador siendo su retablo el motivo central del mismo, con un montaje de María Santísima de la Victoria en la hornacina inferior del mismo, se quiso realizar con un estilo totalmente distinto a todos los carteles de actos de esta efeméride mas sobrio y menos colorido.
El miércoles de esa semana comenzó un Solemne Tríduo de Acción de Gracias, que por sí solo ya merecería un artículo aparte. Cada monición de entrada, cada petición, cada detalle fue cuidado al máximo por sus responsables. Como todo lo referente a la conmemoración, se quiso que cada día tuviera una organización distinta, así el miércoles fueron el equipo de camareras y vestidor de la Virgen quienes planificaran la Santa Misa, el jueves las costaleras veteranas y el viernes la plantilla de costaleras en activo. Un Tríduo muy emotivo, que además tuvo su parte benéfica, recogiéndose tres cajas de material escolar para la obra que Cáritas Parroquial de El Salvador hace para el apoyo educativo para niños de familias necesitadas.
Llegado el día, nos tocaba disfrutar de lo organizado, no obstante, hasta para las propias costaleras el transcurso de la procesión tenía que ser de sorpresas contínuas, muy pocas personas sabían como estaría planificada y entre todas, ninguna sabía toda la procesión, cada una un tramo o un punto distinto, todo para salvaguardar las emociones y los sentimientos que esta pretendía provocar en todas ellas.
El principio, todo el cortejo, banda de música incluída, saldrían de dentro de la Iglesia, tras la banda de tambores de nuestra Hermandad, cofradías y hermandades invitadas, el resto de colectivos de nuestra Hermandad con sus estandartes, costaleras veteranas con traje oscuro, costaleras veteranas con traje de costalera, camareras y nuestros niños y niñas de cortejo, como no podía ser de otro modo, siempre presentes.
Una poesía leída por una costalera veterana marca el inicio de la salida, el trono se sitúa en el centro de la iglesia, el sol entra a raudales por la puerta pero aún no le toca…
Laura, nuestra Laura, a nuestro lado, le canta su Ave María, esta vez “a capella” y desde el suelo, el sol ya nos toca los pies y las lágrimas ya afloran de los ojos. La Virgen avanza lentamente y se sitúa en la puerta, la banda toca nuestro Aromas Ilicitanos para que los primeros rayos de sol de su vida le toquen la cara de lleno, sin el filtro de su palio, esta vez su palio será el luminoso cielo azul de Elche y su cara está mas luminosa y sonriente que nunca, al contrario que las caras de sus costaleras, que tienen más lágrimas que un Lunes Santo. Sorprendentemente, la Plaza del Salvador está llena, y el público de Elche no nos abandonaría en todo el recorrido embelesado, aplaudiendo y admirando a la Victoria, gracias a Dios.
Ya encarando Porta Xiquica, en el momento de meternos las costaleras por dentro del trono, por la estrechez de la calle, la banda quiere homenajear a nuestro colectivo con una marcha inédita para nosotras Mektub, magistralmente interpretada. La primera petalada cae mientras tomamos la curva. La luz y las flores sobre la Virgen son una imagen impresionante.
En la calle Almòrida nos esperaba una pequeña petalada, justo cuando tomamos la curva de la calle Hospital, en la que sonó, como siempre pero esta vez como homenaje a las veteranas, Vera+Cruz de Huévar,
Encaramos calle Hospital con expectación, nos esperaba, a los sones de Victoria del Polvorín, la mayor petalada que María Santísima de la Victoria ha recibido en su historia, no fue espectacular, fue algo más… los pétalos cayendo sobre la Virgen y sobre nosotras era una magnífica estampa, evidentemente, las velas estaban apagadas hacía tiempo, y casi todas con pétalos sobre sus mechas. Pero tampoco eran muy necesarias, la luz seguía inundándole la cara.
En Cuatro Esquinas, se produce el primer relevo, las veteranas se ponen bajo las trabajaderas muy emocionadas, su primera marcha Caridad del Guadalquivir, por ser la primera marcha con la que se subió “la cuesta”, nuestra cuesta de Porta Oriola, que por causas ajenas no íbamos a poder subir en esta ocasión. La llevarían hasta los inicios de Bisbe Tormo, al tiempo que nuestra anterior capataz Ana era invitada y aceptó el guiar el trono una marcha durante ese tramo.
Vuelve el relevo y la plantilla de costaleras en activo da la curva que nos lleva a calle Fira, esa que nadie creía que pasaríamos, que igual platearíamos el Colegio de Abogados, pero que no hubo ningún problema en atravesar, de ida… y de vuelta.
En la Porta Xiquica de Santa María tuvimos un parón, no sabíamos bien por qué, pero al saberlo, lo dimos por bien empleado, (había una boda dentro, y había que esperar que saliera ¿el por qué…) una vez reanudado el camino hacia Santa María con la marcha Amarguras, un pequeño homenaje a una de las imágenes marianas que tienen su sede en la Basílica, al doblar la esquina hacia la puerta, otra petalada intensa por lo cercana y… La emoción no nos deja abrir los ojos, estamos en Santa María, por fin, después de tantos años, volvemos a ver el rostro de Nuestra Patrona.
Lo que pensábamos que iba a ser un saludo, una levantá al cielo ante la puerta para homenajear a la Virgen de la Asunción, se convirtió en, la emoción mas grande de mi vida, al avanzar y notar que entrábamos… sí entrábamos a Santa María, aún escribiendo esto se me llenan los ojos de lágrimas. Acompañada por el órgano y las voces de Laura y Pablo en un precioso Ave María obra de Manuel Ramos, María Santísima de la Victoria llegaba al centro mismo del corazón de Elche, a los pies de Nuestra Patrona. Y con la Basílica llena de gente, era increíble.
Nos recibió Don Francisco Conesa con unas preciosas palabras y a continuación, Pablo Ruz nos escribió una preciosa oración que tuve el gran honor y la gran responsabilidad de leer en nombre de todas mis compañeras. No imaginaba que una persona se podía sentir tan pequeña ante tanta inmensidad, pensaba que no podría acabarla, las lágrimas estaban pugnando por salir, pero al final, no se de donde (bueno si que lo se, mirando al cielo) saqué la entereza suficiente para terminar el momento mas importante que he vivido en estos mis también 25 años de costalera y de mi vida entera.
Virgen Santísima de la Asunción, Reina y Madre nuestra de la Victoria:
Llegamos a tus plantas, excelsa Patrona de nuestra ciudad amada, para darte las gracias.
Gracias por tantas cosas, Madre, por tanto amor, por tantos años de devoción y de sacrificios hechos palio cada Lunes Santo.
Gracias por poder llevarte sobre nuestros hombros en tu advocación de Victoria, gracias por velar por cada una de las mujeres que componemos, han compuesto y compondrán esta cuadrilla de costaleras que solo busca darte gloria no sólo cada Semana Santa sino cada día de nuestra vida; gracias, madre nuestra, por estos 25 años llevándote con nuestros corazones, con nuestras almas; gracias por estos 25 años desde que esta imagen tuya que tanto veneramos llegara a esta tierra bendita ilicitana que sin ti, sin tu Asunción no sería lo que es…
Ante tu camarín de gloria, en este templo que es nuestro… que tan hondamente está alojado en el corazón de tus hijos de Elche, hoy queremos renovar nuestro compromiso con tu Hijo y contigo: porque de nada serviría todo esto, de nada serviría amarte tanto sino damos coherente y público testimonio de nuestra fe. Sin ti no podemos hacer nada, ayúdanos pues, Señora y Madre nuestra, a ser cada día, mejores seguidores de tu hijo y merecedoras, con nuestra propia vida, de ser tus costaleras, tus devotas hijas.
Consuelo, Victoria y esperanza asunta de Elche; no nos desampares nunca. Protege a nuestras familias, protege a nuestros hijos, intercede por nosotros, por todos nosotros, por esta ciudad tuya que, bien sabes, tanto te ama. No te olvides nunca de nosotros aunque nosotros nos olvidemos de ti demasiadas veces. Desde el recuerdo emocionado de hace 25 años que no estamos ante tus pies…
¡Viva María Santísima de la Victoria!
¡Viva Nuestra Señora de la Asunción!
¡Viva Nuestra Patrona!
Al volver por Bisbe Tormo, otra petalada nos esperaba para encarar la Glorieta, que nos depararía la imagen mas ilicitana de todo el recorrido, la Victoria entre verdes palmeras, seguía el gentío acompañándonos, estábamos muy emocionadas.
Damos la vuelta para encarar la Plaza de la Constitución con otra bonita petalada en Puente Ortices. Seguimos por Almòrida con otra pequeña petalada que nos lanzan unos niños muy ilusionados.
Al ir a girar hacia Porta Xiquica con una emotiva Virgen del Valle, también homenaje a todas las mujeres que han pasado por nuestra plantilla, de nuevo el relevo, las veteranas se ponen de nuevo bajo las trabajaderas en ese difícil tramo y tendrán la responsabilidad de entrar a la Victoria a su casa. Pero antes de llegar, otra gran petalada, impresionante y emocionante nos esperaba cuando ya el cielo tenía ese azul que caracteriza la entrada de la noche en primavera.
Lola invita a Asun, nuestra primera capataz y “alma mater” de nuestro colectivo a llevarnos hacia El Salvador, sus palabras “un honor, señoras” nos emocionan tanto como a ella, con lágrimas en los ojos y a los sones de La Madrugá llegamos a la plaza.
Ya en la Plaza el sol se empieza a esconder y la Victoria encara hacia su hogar con la marcha Costaleras de tu corazón en agradecimiento a nuestras capataces veteranas Asun y Nieves, las costaleras la entran con todo su amor a los sones del solo de trompeta de Lloran los Clarines. Ya dentro de la Iglesia, todas las costaleras, veteranas y actuales, mas de 150, llevan a la Virgen hasta su hornacina ya con Lloran los Clarines completa, casi está dentro y nos aguarda otra emoción, María Santísima de la Victoria entra a su capilla bajo la melodiosa armonía de nuestro Misteri, suena el Gloria Patri desde el órgano… imposible describir el momento, los reponsables, Pablo Ruz y Veus d’Elx que quisieron estar presentes en esos momentos tan emotivos para todas nosotras.
Cuando salimos del trono, todas las costaleras nos fundimos en un abrazo emocionado, todo ha terminado, el trabajo de mas de dos años finaliza, nuestra vida está ya en tus manos, María Santísima de la Victoria ya está en su casa, ahora sí.
¡¡Hasta el año que viene y durante los años que Nuestra Señora disponga!! ¡¡Si Dios quiere!! ¡¡Viva María Santísima de la Victoria!!
Fotos cedidas por José María Jiménez. Mil gracias.