Procesión Extraordinaria 25 Aniversario

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martes, 26 de abril de 2011

Bendición de Su Santidad Juan Pablo II a las Costaleras de la Victoria


Hace unos días, justo antes de esta Semana Santa, andaba rebuscando por mis cajas de avíos para estas fechas y me encontré con este papel, envuelto en una cinta roja. Se trata de la Bendición de Su Santidad Juan Pablo II a las costaleras de María Santísima de la Victoria.
La historia de esta bendición es la siguiente: a mis padres les tocó en el año 1993, sobre el verano, un viaje a Roma de una semanita. Como es lógico, leímos todo lo posible sobre el destino, compramos libros, guías... en fin, lo normal para ir bien preparados para el viaje. El caso es que en una de esas guías se hablaba de unos buzones azules que estaban en el Vaticano que tenían línea directa con el Papa. Y ni cortas ni perezosas, tanto mi madre (que las que no se sabía se las inventaba) como mis dos hermanas y yo, nos liamos a escribir una carta a Su Santidad pidiendo la bendición para todas las costaleras, la metimos en un sobre cerrado y al bolso de mi mamá que se fue para Roma.
Cuando llegó allí, buscó como una loca alguno de los famosos buzones azules, y cuando encontró uno, allá que fue... "¿Pero dónde va usted?" le dijeron los que allí estaban, ella dijo que a enviar una carta al Papa y le respondieron "esas cartas van directas a la basura, no vale la pena que la mande..." pero mi madre (cabezota como ella sola) dijo aquello tan famoso en mi familia "el no ya lo tengo..." y la echó al buzón...
Pasó el tiempo y ya nos habíamos olvidado de la cartita, claro, con los ánimos que le dieron a la pobre mujer... pero, cerca de navidades, llegó a casa una carta de la Secretaría de Estado del Vaticano "nada, que no nos han hecho caso" pensamos... pero no... todo lo contrario... allí estaba la respuesta... la bendición del Papa para todas. Fue un día grande en mi casa por la alegría de haber conseguido algo que creíamos grande para la Victoria... emocionadas lo comunicamos a Asun (la capataz) que también se alegró mucho y procedimos a hacer copias envueltas en cinta roja para darle una a cada costalera... esto ocurrió en los ensayos del año 1994... y hasta hoy... ha permanecido olvidada en una de mis cajas... sin yo saber como, ha aparecido aquí, ya que pensaba que la tenía el Hermano Mayor. Lo consideré una señal de algo, aún no se lo que, pero este descubrimiento llegó en una semana muy dura para mí (con todo el lío de lo del blog) y me devolvió la ilusión. ¡Que tontería que un simple papel consiga cosas tan grandes!
Para colmo, esto sucede en vísperas de la beatificación de Juan Pablo II (que fue santo en vida y ahora será santo a su muerte), todo me parece tan curioso que por eso os lo quería comunicar.
El original de la bendición será enmarcado y colgado en lugar preferente en nuestra Casa de Hermandad, como mi madre ya dijo en su día: "yo la guardaré hasta que tengáis una Casa de Hermandad en condiciones" y ahora que ya podemos decir que la tenemos, como ella quiso allí estará esa bendición que mi madre nos ayudó a conseguir y que ahora verá desde el balcón del cielo como la "lucimos" con orgullo en nuestra Casa... estoy segura que fue ella la que me iluminó el camino para encontrarla... gracias mamá...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

La verdad es que es un bonito detalle el que has tenido "costalera veterana" e imagino que así como para algunas habrá servido para recordarlo, a las que se han incorporado recientemente seguramente les habrá encantado conocer la existencia y la historia de este Documento que no solo es especial por su contenido, sino por el relato que lleva detrás. Yo lo tengo puesto en un "corcho" plastificado en mi rinconcito de estudio y le tengo mucho cariño. Gracias por el relato tan entrañable y emotivo que has hecho.CM

Anónimo dijo...

Añado...el original lo tienes tú, pero en la casa de Hermandad, hay una copia colgada...que ya me encargue yo de eso....

Costalera veterana dijo...

Gracias... no me di cuenta... me dió tanta alegría encontrar el original...
Pensaba incluso, que ya ninguna costalera tenía copia... como ya hace tanto tiempo...

Anónimo dijo...

Qué historia tan bonita y emocionante, gracias por compartirla con nosotras, costalera veterana.

Estoy segura de que encontrarlo en el momento que lo has encontrado no es ninguna casualidad... un beso enorme.