Nos ponemos en marcha. Objetivo; 25 Aniversario

Compañeras, todas, actuales, antiguas, futuras... estamos en la cuenta atrás de las celebraciones del 25 Aniversario de María Santísima de la Victoria.
No es el aniversario de la plantilla de costaleras (primeras en la Comunidad Valenciana), no es el aniversario del paso, no es el aniversario de ninguna persona concreta dentro del colectivo, solo es el aniversario nada más y nada menos que de MARÍA SANTÍSIMA DE LA VICTORIA.
Ella nos honra con su presencia desde el 7 de abril del año 1990 y para Ella, y solo para Ella estamos trabajando. Para celebrar dignamente que Nuestra Madre lleva a nuestro lado un cuarto de siglo... se dice pronto verdad... 25 años...
25 años de trabajo, 25 años de cariño, 25 años de amor incondicional, 25 años de ensayos, 25 años de dificultades, 25 años de mujeres costaleras siendo sus pies, 25 años de crecimiento contínuo, 25 años de anécdotas, 25 años de de lágrimas, 25 años de risas, 25 años de convivencia, 25 años ... de Victoria...
Que grande, y que pequeño a la vez. Solo somos los pies que la portan cada Lunes Santo, pero... ¿solo cada Lunes Santo?
Si en algo nos hemos caracterizado siempre las Costaleras de la Victoria es precisamente por no ser costaleras de Lunes Santo, sino costaleras de todo el año ¿o no?
Estas celebraciones que hoy empiezan deben ser para nosotras motivo de alegría, de satisfacción, de júbilo, pero también de tristeza por el tiempo transcurrido, por las personas que no están ya con nosotras y nos ven desde el balcón del cielo, en tribuna preferente, sentadas al lado de Nuestra Madre de la Victoria; son evocadoras de recuerdos y generan confianza en el futuro pero también nos deben servir para trabajar con mas ahínco hacia el fin principal, festejar a Nuestra Victoria, como Ella merece.
Ella ha sido, es y será, parte importante de nuestras vidas, algunas más, algunas menos, pero tenemos que pensar que no somos nosotras las que importamos, no viviremos eternamente bajo la trabajadera, nosotras cambiamos, unas se van, otras llegan... pero Ella está aquí, permanecerá con nosotras mientras nuestros corazones estén con Ella.
Somos costaleras desde el primer día que formamos parte de su trabajadera y hasta el último día de nuestras vidas. La sensación de ese primer Lunes Santo, esas lágrimas de emoción, quizás se vayan atenuando, pero el amor hacia Ella en nuestro corazón crece cada día. Ella no es solo una imagen que está en la hornacina a la que solo vamos a ver en su besamanos, en su onomástica y el Lunes Santo, no, la Victoria es algo más.
Es la luz que ilumina nuestro camino como personas, como colectivo, como Compañeras. Cuando nos falta el aliento en procesión, levantamos la vista hacia Ella y las fuerzas vuelven... en la vida es igual. Nuestra vida es como una procesión de Lunes Santo, que cuando nos fallan las fuerzas nos acordamos de Ella para que nos ayude... y Ella nos ayuda, siempre tiende su mano llena de amor, su mirada sube al cielo para pedirle a su Hijo que no nos abandone, y ya sabemos que Ella siempre es la mejor mediadora entre el cielo y la tierra.
Ahora nos llama a su lado para celebrar su Aniversario, acudamos todas a su llamada como un solo corazón, como un solo cuerpo. Somos un gran colectivo del que su mayor valor es trabajar sin destacar, como hormigas en el hormiguero, todo para que María Santísima de la Victoria brille sola, en su hornacina cada día, en su trono cada Lunes Santo, en los corazones de los ilicitanos y de sus costaleras cada segundo de su vida.
POR ELLA y SOLO POR ELLA